¡Kuriser!
La vida no es tan complicada como parece.
Nacemos,
algunos vivimos
y todos morimos.
¿Y qué es lo que nos diferencia?
El “algunos vivimos.”
Te pongo un ejemplo:
Imagínate que te enfadas con tu pareja.
Y en vez de hablar con ella y decirle que es lo que te ha molestado le das la espalda durante horas o incluso días.
Dejando que perdure en el tiempo una situación de malestar y desagradable.
Eso no es cómodo.
A no ser que seas mala persona y te guste hacer pasar malos ratos a los que te rodean,
que de todo hay en el mundo…
Pero lo normal no es ser así.
Lo normal es que sufras ante una situación desagradable.
Y si sufres, ¿por qué no solucionarlo cuanto antes?
Digo yo…
O por ejemplo,
si quieres vivir cerca de tu familia no busques un trabajo en la otra punta del planeta.
O,
si te gusta diseñar no te matricules en una carrera de Historia de España.
Es así de sencillo.
Pero no,
solemos complicarnos la existencia tomando decisiones poco consecuentes con lo que deseamos en realidad.
Y el problema reside en que no nos han enseñado a parar y a pensar que es lo que de verdad queremos.
Vivimos con prisas,
deseando tener beneficios al minuto de haber empezado un proyecto personal o profesional.
Pero la vida no funciona así.
La vida es un cambio constante y lo que antes valía ahora ya no.
Tienes que adaptarte a tu situación actual.
Calmarte, reflexionar y
tomar decisiones coherentes con tu proyecto final de vida.
Inscribirse es GRATIS y si te quieres borrar, tampoco te voy a cobrar 😉